Camina algo famélico de aspecto
Con las manos perdidas en su camisa
Cansado del vaivén de sus ensueños tensos
Perdidos en un mundo con su sacerdotisa.
A los lejos observa un paisaje algo espeso
De flores que se bambolean al son de la brisa
Con colores cubiertos en un halo de exceso.
Y mira sin dar importancia al botón travieso
De la chica que se inclina con algo de prisa
Al otro la de la calle algo pasada de peso
Buscando en el suelo un algo hecho trisa.
Observa como se
mueve su cuerpo avieso
Fuera de consolar el recuerdo de su sisa
Sin querer olvidar su sentido del exceso.
Sigue caminando…
Susana Mejorada
domingo, 21 de marzo de 2010
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