Los días pasan envueltos en una gris
tiniebla
tan oscuros, tan grises, tan lánguidos
y en mi interior este dolor que aprieta…
Un gorrión que intenta posarse sobre una
mojada teja
sin notar como lo observo, lo acecho, lo
vigilo
sin mover ni un musculo de mi helada cara
como si aquel pájaro fuera lo único alrededor
vivo.
Nada hace que el corazón bombee la salvia
Que podría necesitar para levantarme con
sigilo
Se oyen murmullos a lo lejos tras unas
ventanas
Colmados de chismes, injurias, agravios.
Sigue sin importarme nada lo suficiente
como para mirar
Que más da, otra mas, otro más… quien más…
Se pierden, se van, huyen sin más… que mas
da…
Susana mejorada López
21 diciembre 2010
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