Loco enamorado de la vida
el que se avade por un sueño
y sueña por aun sonrisa
en los mas dulces desvelos.
Un niño que juega con la brisa
en los mares de silencio
sembrando de amapola las marismas
solo por ver en sus ojos un lucero.
A veces jugador risueño
que baila, canta y silva
por que se sienta dueño
de los anhelos de su vida.
Misterioso caballero
de los mundos de las ninfas,
donde sus susurros sinceros
las enamoran y cautivan.
Aprendiz del sentimiento callejero
del azúcar que nos da la vida,
del aroma de una flor es prisionero
solo por tener a su lado un trocito de su risa.
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