Me obligo a guardar
un silencio aprendido
Golpeando mi alma
contra el vidrio
No pienso, no te
siento en este olvido
Ya no late, ya no
suena, ha fallecido.
No respiro para no
oler el aroma que se hizo
Inundando mis
pulmones del último maleficio
No es mío, este dolor
que siento no es mío
Y te grito entre
sueño que se ha perdido.
Y me rompo en un trozo ya partido
Sin saber como se afronta el descuido
De la entra confundida
en un castigo
No es mío, este dolor
que siento no es mío.
Susana Mejorada López
18-10-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario